jueves, 3 de agosto de 2006

Los 10 mandamientos de Tio Conejo para subir a la Palestra

Ha de ser duro convertirse en una figura pública en Costa Rica.
El ostentar poder y reconocimiento social puede hacer que se descuiden ciertos detalles que posteriormente pongan a más de uno a sudar chayotes, ya sea como parte de una jugada política, de una denuncia, o de los rumores infundados, pues al tico no le falta curiosidad o “buenas intenciones”.
Muchos se los buscan de antemano, otros son víctimas de su propia inocencia, y otros del todo padecen de un natural e incontrolable talento, que los hace caer en incómodas situaciones.
Otros prefieren escabullirse por tierra o por mar y no rendir cuentas, y otros que tienen la obligación de denunciar se han asustado ante la primera amenaza de la contraparte, y simplemente le han atribuido sus ligerezas a inocentes terceros.
Parafraseando a un conocido político, en Costa Rica sigue pasando de todo, y nada pasa.
Definitivamente, como en cierta ocasión dijo nuestro presidente, los ticos tenemos mucho del Tío Conejo de Carmen Lyra.
Por dicha, también el pueblo tiene la sagacidad, la valentía, el humor y la malicia de este personaje a la hora de denunciar lo que no les gusta.
Ante el creciente desánimo nacional, ante la crisis de credibilidad que padece en carne propia la clase política, ante la sordera, la ceguera voluntaria y conveniente, la impunidad, y más de una vez el descaro, Costa Rica no comparte el nivel de violencia que con menos circunstancias se hubiese desatado en otros países de América Latina, y eso se debe en gran parte a la válvula de escape tica por excelencia: el humor, “la chota” , que más que ganas de molestar utiliza la risa y la vergüenza como armas de doble filo para incomodidad de los que algo le quedan debiendo al pueblo.
Para tratar de hacerle honor a esta tradición, y aprovechando el “animus jocandi” que nuestro derecho contiene, les expongo los 10 mandamientos que Tío Conejo hubiese otorgado a aquellos que se animaran a subir a la palestra y exponerse a la opinión pública.

1- Creerás en tu versión con todo tu corazón, toda tu fuerza y toda tu alma, aunque la cambies tres o cuatro veces
2- No firmarás en vano
3- Alegarás indefensión cuando el abogado de tu acusado tenga pruebas suficientes para mandar a tu empresa al botadero.
4- No cambiarás el itinerario de los viajes pagados por el Estado
5- No insultarás en Plenario
6- No fornicarás
7- No te acercarás a testigos si ya has sido liberado de la custodia preventiva
8- Si has de rendir cuentas, recordarás que los duendes tienen la mano peluda
9- Alegarás persecución de los fiscales
10- Buscarás casa propia (y que quede lejos de el liceo, si me permite el lector un calambur)

Acá les dejo la propuesta. Cualquier parecido a situaciones reales es inevitable.
Y como dijo una de las más grandes, “al que le quede el saco, que se lo ponga”. Y agrego: que se lo ponga en frente de los que exigimos respuestas.

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