jueves, 10 de agosto de 2006

Un gancho derecho a la raíz de la lengua...

Cuando estaba en el colegio, un aventurado profesor de español se le ocurrió decirnos que el joven promedio llegaba a la universidad manejando un vocabulario de apenas 300 palabras.
¿Capacidad de sinópsis, creatividad o pereza mental?
Tal vez sea un poquito de todo eso lo que hace que el pachuco que se habla en Costa Rica sea el único dialecto de latinoamérica en el cual es posible armar un diálogo con sentido utilizando un único elemento, en este caso, un modismo. Imagínese dos jóvenes en un autobús, que ven a una muchacha de reputación volátil hablando con un tercero. Luego imagínese lo siguiente:
-“Mae, qué mae más mae ese mae, mae… ¿verdad, mae?”
-“Sí, mae… ¡ese mae sí es mae!…”
¿Curioso? Pero el asunto del vocabulario va mucho más allá de la ley del menor esfuerzo. No es pereza de pensar en cuál término calza, y eso se demuestra gracias a un fenómeno muy curioso que algunos definen como lacra: el espanglish.
¡Claro! ¡ Un toque de espanglish en su vida, y sentirá toda una revolución idiomática! ¡Aumente su vocabulario y su prestigio en unos segundos,!
Advertencia: el abusar del recurso con mala pronunciación lo pone en riesgo de ser tomado como un polo, así es que arrastre la lengua como si la tuviera dormida, trate de pegar el labio superior a la punta de la nariz cuando pronuncie palabras con i, y alargue las “a” y las “e” como si estuviese rumiando.
Aprenda de los profesionales: fíjese en los jóvenes fresa que manejan más de 300 palabras de espanglish por minuto. Cualquier día y en menos de un minuto, usted puede presenciar una conversación así:
- “¿Tati? ¡Hi, honey! ¿Cómo estás? Te estoy llamando del cell phone porque estoy en el gym haciendo spinning. Marce estaba haciendo push ups… ¡sí, se hizo un lifting y quedó super nice… No, hoy no puedo ir al baby shower porque llamé a Marco y está en una meeting, haciendo brain storm junto con otros creativos, porque mañana tiene que presentar dos spots que no tiene listos. Además, ahí cuesta mucho hacer parking… mejor me pones un beeper para ir después al pub a tomarnos algo… no, mejor un coktail, o algo así, pero más tarde porque voy de shopping y tengo que ponerme on line en un Internet café a revisar el mail, así que si me haces el please … ”
Y el asunto se complica mucho más. Todos los días escuchamos del marketing, o que los diputados fueron a hacer lobby a Washington y que cuando el avión iba haciendo el aproach a alguien se le cayó la laptop derramándole todo el meal sobre el pullover a la señora del blower … ya nadie adquiere discos compactos sino que compra CD`s, y como dice una colega argentina, ya nadie pide chuleta o filete en los restaurantes, sino que ordena un roast beef que aunque parezca carne común no lo es porque por el nombre de seguro engorda menos.
En las tiendas y en los bancos hay que tomar tickets, y en los cajeros es indispensable recoger el voucher para evitar que un hacker nos deje sin cash.
En el trabajo, tomamos un break para “echarnos un coffee” , o le decimos a la secretaria que typee alguna carta. No alineamos el auto, le hacemos tune up, al bebé no lo cuida la niñera sino la baby – sitter, y ya no seleccionamos la opción del navegador de Internet para ingresar al foro, hacemos click en el link para ir al chat, y si la conexión está lenta, por mientras hacemos zapping en la tele, hasta que el file completa el download.
El español, uno de los idiomas más ricos del planeta, está perdiendo por knock out la batalla lingüística a manos de los medios de comunicación, de las modas, de la pereza, el consumismo y de la tecnología.
Vale la pena hacer un esfuerzo y escoger entre las miles y miles de palabras los sinónimos que mejor se nos antojen, "don´t you think so?"

2 comentarios:

Unknown dijo...

Acabo de entender el por qué no soy una chica fresa que está de moda. En asuntos del lenguaje, prefiero ser "old-fashion".

Saludos,

Unodien
http://aniriom2.blogspot.com

Anónimo dijo...

Estimado compañero de vocación y de nombre, tenés toda la cavidad bucal llena de razón...

El español es demasiado rico y nosotros muy malagradecidos.

El Toca.